220. Juegos de roles

Las aglomeraciones caminan al centro de la metrópolis. En el suelo, el control se debate en la dominación de áreas del pavimento y el cemento del espacio público. Aquí el acto bélico se da. En las avenidas que atraviesan de sur a norte la metrópolis, las plazoletas más grandes de la zona centro y las avenidas de ingreso a los edificios administrativos.

Los ejércitos enfrentados son muestra pura de humanidad. Son las dos primeras bases más populares de la estructura de orden social. Deben estar acá, a pie de lucha. Por un lado, la población civil y por el otro el brazo armado y defensivo de lo hegemónico.

La fuerza del contacto recae en la primera línea de cada bando humano en posición de lucha.

La línea ciudadana se arma de trincheras con piezas de enceres urbanos y atacan con armas caseras y láseres. Por su parte el escuadrón móvil contra disturbios, en tanquetas se carga de una tecnología bélica que llegó hace pocos días al distrito.

Avanza la jornada en actos sistematizados. Ya el cuerpo de la primera línea ciudadana se desgasta por lo endeble de sus ropas. Quedan tallados los huesos del cuerpo de cada policía bajo los caparazones. Los tiros vuelan los ojos izquierdos. El fuego atosiga los pulmones de todos.

Los ejércitos se dispersan, pero la conexión virtual es rastreable por radio a la redonda. Se eliminan los contenidos recién subidos a la web que muestran el reciente enfrentamiento. Lo hacen desde los monitores de los helicópteros que dibujan círculos. Se quedan alrededor de las calles humeantes hasta 20 minutos luego, yendo hasta diez cuadras a la redonda, depurando por ubicación IP los testimonios en videos y fotos de las recientes matanzas.

Los archivos almacenados en los aparatos o nubes de cada individuo se eliminarán luego.