Entre las cajas registradoras por donde ingresar al supermercado, un hombre se acerca donde el cajero. Intercambian palabras. El hombre duda con el paso, de si entrar o no. Es alto y de hombros anchos, lleva camiseta y pantalón corto, mira serio pero sus palabras son amables, aunque lentas pasando de una a otra. Al fin entra al supermercado girando a la derecha por el corredor, luego a la izquierda por el pasillo de productos naturalistas.
Sin parar de caminar y cuando empieza a ubicarse en el orden de los productos para dirigirse al que necesita, se le une al paso un hombre vestido con mangas largas en brazos y piernas. Lleva también un chaleco contramarcado al lado del corazón con el logo de una aerolínea y un banco. Sin ninguno parar de caminar intercambian palabras.
Luego regresan al corredor.
Van hasta una pirámide de cajas. El segundo hombre saca una tablet y el primer hombre saca su cédula, poniéndola sobre de una caja a la altura de abdomen. La cámara de la tablet se activa y muestra una plantilla transparentosa, el hombre la coloca encima de la cédula hasta encajar ambas imágenes. Seguidamente saca un cubo negro con una lámina brillante y sobre esta, al segundo hombre le coloca el dedo índice derecho.
Continúan intercambiando palabras, hasta que el primer hombre vuelve a colocar la tablet encima de la cédula hasta encajar las imágenes, luego saca el cubo y coge el índice derecho e izquierdo del segundo hombre. Digita en un formulario que aparece en la pantalla. Luego vuelven a intercambiar palabras mientras la tablet muestra llenarse una barra de porcentaje.
Mientras intercambian palabras, la tablet pasa encima de la cédula hasta encajar imágenes y de inmediato sobre el cubo presiona el índice derecho e izquierdo del segundo hombre.
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