150. El Archivo Histórico de la Policía

Si se presenta usted en Medellín preguntando por el Archivo Histórico de la Policía le dirán que tal archivo no existe, ya que ahora no está bajo el amparo de la policía, pues esta hace decenas de años se deshizo de todo elemento viejo o muerto.

Aunque todo lo que perteneció alguna vez al archivo, fue salvado de las ratas y el moho, restaurado y dispuesto en inmuebles de la universidad pública. Pero si usted con ánimo se presenta a las nuevas instalaciones buscando un crimen, la impresión en los funcionarios de que lo almacenado está tan muerto, será tan desasosegada, que le harán sentir preocupado por vestigios de una vida ficticia y sin relación posible con la vida humana.

Hasta los veintiséis años Z. vivió con su madre en el pueblo. Cuando la viuda murió, Z. vendió los enseres de la pequeña litografía de su padre y se fue a vivir en la capital. Siempre se había interesado por la historia local, al principio a través de los libros de la biblioteca familia y con el tiempo investigando y escribiendo debates sobre historia de la ciudad. Un álgido debate hacía semanas no avanzaba. Z., acostumbrado a salir solo por comida y algún libro, de ese día en adelante fue al Archivo Histórico de la Policía.

Sería necesaria su labor exploratoria por diferentes anaqueles, el vistazo en detalle por trazos de escenas de crimen dibujadas al detalle, la visión mental de imágenes de prosas de descripciones levantadas sobre sospechosos, y el tacto en el polvo de restos humanos cubriendo objetos decomisados y conservados como evidencias, todo esto sería necesario que hiciera Z. para encontrar en el archivo una relación con el presente, reconocer la vida prolongada al futuro de crímenes olvidados por interés de control y por vergüenza del poder.