149. Todos ellos

Era en un viejo barrio industrial al sur de la ciudad que cerraba las últimas fábricas y bodegas para reemplazarlas por conjuntos de torres residenciales. Aún restaban sectores dejados, donde de noche parqueaban tractomulas enfiladas que escondían la boca de callejones, donde ellos se reunieron en una época más seguros y auténticos.

Se reunían a congeniar las ideas que cada uno había cultivado en su tránsito particular de vida. Para ese entonces se pensaban como una pacífica alternativa, diferente a todo lo que ya existía. Pero un día, alguien de los que se había mostrado más líder desde las primeras reuniones, llegó con cajas de madera y se puso a repartir armas a cada uno. Todos estuvieron reacios a la idea de las armas, aunque ninguno tuvo la aspereza de reprochar el entusiasmo de la repartición. Esa noche todos se fueron armados a casa, preocupados de no encontrarse dentro de lo legal.

A poco, todos se acostumbraron a vivir con las armas como con un amuleto: algunos acostumbraron a ir por rutas donde no hay cámaras ni guardas, otros descubrieron que mostrar el arma, de modo amenazante, los deja tranquilos andar las calles, sin que ni civil ni policía se les acerquen mucho. Están otros de todos ellos, que andan armados, pero manteniéndose en lugares protegidos y cerrados, templos de la palabra y la ley. Allí las armas no representan nada, pero todos cargan con la suya.

Pronto, los que frecuentan los templos protegidos recibirán una supuesta colaboración para su proyecto. Diferentes expertos de allá dentro, irán a coger punto por punto del proyecto alternativo, le gastaran largo tiempo en el análisis, dilatando cada parte en sí misma, quitando lento el sentido, y abonando olvido, a las razones centrales de todos ellos quienes se reunieron alguna vez en los callejones.



Comentarios

  1. Uy, gorrax meu Farafafai. Like diría someamicci porái: ¡L4 Dr. Al0 M! Xó!

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  2. Querido Fidel (o querido @mevoypalcentro), gracias por permitirte identificar con tu particular manera de escribir y gracias por leer.

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