A un Chomp
Alguien hizo una historia que acontece sobre la pista del aeropuerto Olaya Herrera.
Ese relato trata del narrador que ingresa al aeropuerto a la misa multitudinaria del papa Francisco. Lo impactante del relato es el juego de tiempos superpuestos para disimular una parte decisiva: lo que acurre sobre la pista. Adentro todo era más pantano que devoción. Se trataba de la segunda visita de un papa al país, pero el pantano del terreno y el panorama gris, pueden más sobre la historia.
El pantano de la pista funciona como un enlace para que el lector, después de estar en la misa papal, llegue al momento cuando el protagonista está lavando su ropa. En ese momento él recibe una llamada a su domicilio, e inicio la real historia, de un padecimiento y una aventura trágica a través de lo comicidad de la vida. Ahí es cuando uno entiende, que el pantano y la pista fueron un potente de augurio en la narración.
El relato lo encontramos sobre una silla en la cantina de la Guayabal. Ese día quitaron la música y yo lo leí para todos. Parece ser parte de un relato de largo aliento. Algunos dijeron que podría ser el inicio de una novela. Sin embargo, algunos luego argumentaron la independencia de la historia, y creían ya en un cuento.
Aún se guarda el manuscrito en la cantina. Nadie lo ha reclamado. Al escritor creen distinguirlo algunos. Se trata de un vecino del aeropuerto. Como queremos localizarlo, averiguamos algunas cosas. Que ha vivido en diferentes casas entre los barrios acá cercanos. Que ha trabajado con los Aviones Olvidados, que a principios de los años dos mil fueron dejados contra la reja, allá en las instalaciones de lo que era el aeropuerto.
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