126. Paseo un pálido mediodía de domingo

Una perra joven, pelirroja, cruce de pincher y de chihuahua, muy parecida de morro a un zorro, ve la cadena de paseo y mueve la cola en péndulo elevado, hasta parecer con un arco flotante detrás. Asimilándose a la magnificencia del pavo real, aúlla tierno los segundos que tarda el amo en inclinarse a su baja altura para tenderle el collar, para que ella repose en él el cuello y el amo finalmente abroche por detrás sobre el lomo.

Amo se pone de pie y ella mira todo, a un lado y a otro, da vueltas sobre las baldosas. Dentro de la casa, hoy en un pálido mediodía de domingo, la ventana al fondo es telón del performance cotidiano, escena común del humano y su mascota alistándose.

Cuando salen a ambos les riega un viento frío. Ni del uno ni del otro escapa un gesto que evidencie la sensación en sus cuerpos del chuzo enterrado en forma de aire helado, soplido como alfiler impulsado con los pulmones a través de un tubo. A pocos metros de camino sienten, resguardarse en sus músculos, el calor real, disimulado en el cielo blanco de algodones grises oscuros.

Abajo a la sombra de los árboles las aceras se cubren de un moco vegetal y oloroso. El camino es oscuro a pleno día. Los automóviles y las motos avanzan despacio, con las luces tenues en las farolas como tristes.

Los olores han cambiado. El cruce de pincher y de chihuahua parece apenas conociendo el camino. Olfatea intensamente todas las texturas, parece que no quiere dejar un centímetro sin chequear. Sin embargo, se trata del mismo trayecto de todos los días, en el que otras veces van correteando, con la mirada alta que saluda a perros y amos que pasan sobre un paisaje de colores vivaces.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. cómo así que Maggy? Maggy es una perrita de otros relatos, de los número 22, 58 y que medio aparece en el 112. Gracias por leer!

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