123. De la literatura a la vida

Con su muerte, empezamos a sospechar de la verdad de su nombre, de si no era un guiño a un escritor favorito. También, sospechar de la seriedad en que asumía las historias de ese posible escritor para vivir su vida.

Cuando terminó su matrimonio, Kafkin se instaló en una urbanización reciente, central en la ciudad, cercana a universidades y bibliotecas. En su complejo gusto de arquitecto, le convenció que el bloque del apartamento, último en venta, quedaba camuflado entre árboles y otros bloques. Desde adentro mirando por las ventanas del cuarto piso, no podía verse mucho.

Le gustó esa sensación de encierro donde la mente no se dispersa, sino que entra a un mundo profundo y más amplio. Tal vez, sin ese espacio no podría haber conocido mejor las obras de ese escritor especial que le dictaría el modo de vivir solitario que llevó el resto de su vida.

Múltiples fueron las formas de llevar acabo en su vida esas historias de la literatura. La más enigmática fue la elegida para el final. Luego de una vida solitaria, de paseos vespertinos, cojo, agotado, llegó la ida. Leyó todos los días durante la última semana La Metamorfosis. Pensaba en las posibilidades de esa transformación de humano a insecto, del final que acarreaba librar a la familia de un ser encerrado, inservible al mundo.

Se obstinó con este modo de final de vida.

En su lecho fue un hombre que a poco menos podía erguirse en dos pies. Un día demoró dos horas abandonando la cama, por la irritación causada por sus propios desechos corporales. Al final debía arrastrarse, ir despacio de una esquina a otra de la alcoba. Poco a poco, fue yéndose. El último día de vida lo pasó en una sola baldosa, contento, llevando la literatura a la vida.

Comentarios

  1. "El último día de vida lo pasó en una sola baldosa, contento, llevando la literatura a la vida". Creo que esa frase vale por mil, y creo también que este ha sido, entre todos los textos tuyos que he leído, el que más me ha conmovido. Por algo será.

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    1. Justo alguien por ahí recriminó esa frase por estar un poco salida del resto de la voz que lleva el relato. El relato de 300 palabras va demostrando posibilides en la lectura que son así de paradójicas. Muy bueno saber de todas esas diferentes impresiones que estos relatos provocan. Gracias por leer.

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  2. Soy un escritor muy famoso de Perú. Me gustaría contactarte para hacerte llegar unos textos inéditos de mi tío Julio Monchito... Por último, quisiera enviar un Salsaludo a Pisju que se encuentra allá en el morro.

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    1. ¡Muy enigmática la narrativa peruana! contáctame por el correo para darte mi número de WhatsApp, para que también puedas participar del evento vía videollamada donde hablamos de la literatura Choriza de nuestra Sudamérica.

      El correo es: cervantesclein@primateprod.com

      Gracias por leer.

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