Usted sabe que ya
llevo mucho tiempo en esto, ya sé cositas… Y no es que mi trabajo sea lambonear
como dice el viejo. A mí este sistema que ellos manejan me caen bien, aprendí a
comunicarme con ellos, digámoslo así: ellos son del tipo de metodologías que
tolero. Me sé mover. Ahora, hermano, la cosa es que ya los conozco mejor, sé
por dónde entrarles. Si esta gestión en que estoy sale bien, va a ver que a
usted y a mí nos va súper bien este año, tendremos con creces todo lo que ya
tenemos conversado hermanito. Lo que necesito es que usted vaya, si mucho
estamos allá diez minutos, eso van saliendo unos y entrando otros donde los
doctores, y ya, conversamos con ellos, usted dice que ha estado pendiente de su
barrio y que también en algunos barrios vecinos, por donde viven sus hermanas,
ha fortalecido la vaina. Como le digo, yo ya estoy ahí adentro, sé moverme. Luego
hablamos con ellos lo que haya para conversar, hasta les podemos comentar el puesto
que usted tiene, que esta temporada le ha tocado trabajar más que todo en el
oriente, que en ese puesto a usted le toca estar a cargo de varios trabajadores
y que desde ahí también se ha gestionado un buen apoyo. En fin, les decimos que
por nuestra parte pueden contar con más de cien… ¿Qué?, ¿qué dice?, ¿por tiempo?
¡Sacá el ratico hombre!... Entonces mándame a su esposa, buena idea. No. Ya sé,
su hijo, el que está en la universidad. Sí, mucho mejor, a ellos les interesa
gente de esa edad, sí, ese man es clave. Deme el número de celular de él, ¿cierto
que él se acuerda de mí?, coméntele que lo voy a llamar… ahí le damos la
liguita.
Comentarios
Publicar un comentario