55. Para traer una rama de ciprés

Hay una vieja fortaleza justo en el centro de la ciudad. Desde una vista superior, se nota cómo su perímetro ilustra la cabeza de un pájaro, con el cráneo en curva perfecta, con el pico mirando hacia el este. Y es al pico donde llega la única carretera que comunica con la ciudad. Bajo un portón de inmutable madera la carretera es interrumpida por un poso de lodo. El poso también rodea toda la fortaleza. Burbujeante, reposa en el espacio de entre dos bastiones de ocho metros de altura y un metro de espesor. Al cruzar un puente elevadizo ahora inexistente, la carretera, ya de asfalto fisurado, avanza semicurva a la derecha durante seis cadenas de agrimensor hasta toparse con una edificación. De tres plantas, con fachada dominada por un musco color tierra, con corroídas tejas estructurando un techo de cuatro faldones, la edificación, a partir de la luz azul fosforescente, posterior al sonrojo crepuscular y anterior a la noche, desaparece a la vista humana. Pero en ángulo agudo hacia la izquierda de la fachada se prolonga la carretera poco más, hasta ser intervenida en perpendicular por otra vía que va del extremo norte al extremo sur de la fortaleza. Estando en esta encrucijada y avanzando dos cadenas de agrimensor a la izquierda, se ve un sendero muy estrecho compuesto por bloques de cemento, estos sí tapizados por un musgo brillante. El sendero se prolonga hasta casi encontrarse con la carretera de ingreso, siendo otro extremo del área rectangular donde están los cipreses. Los cipreses lindan entre sí mas ninguno se apodera del espacio aéreo del otro. Su apariencia siempre está como de recién podados, pero nadie ha ingresado allí hace mucho. La única entrada al jardín de cipreses es por el sendero.
            Esta es la ruta. No recortes camino.


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Reto dentro del reto

Comentarios

  1. "Burbujeante, reposa en el espacio de entre dos bastiones de ocho metros de altura y un metro de espesor" ME GUSTA!!!

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  2. Parce, de este reto dentro del reto, te llevás vos las palmas. Qué fortaleza tan vívida, y tan genial.

    ¡Enhorabuena!

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