32. El padre de la novia de un amigo

Junto con otros amigos fuimos invitados a pasar un fin de semana en la casa de la novia de uno de ellos. Al llegar vimos que la casa tenía un lujo casi exótico, tan extraño en estilo como en el material de todo lo que ambientaba sus habitaciones. Todo aparentaba un precio excesivo. Por doquier, abarrotamiento de tapices y resplandores.
         El primer día estuvimos en la piscina. De noche fuimos a un pequeño cine en el sótano. Al terminar la película, fuimos a la alcoba de la anfitriona, fumamos, nos embriagamos y dormimos muy cómodos, con espacio de más en la alcoba. En todo el día no vimos ni al padre ni a la madre, solo estuvimos con las muy amables Lucy y Nancy, las empleadas del servicio.
         Cuando desperté, seguían todos tumbados por la habitación. Salí y al bajar las escaleras vi desde la sala, a través de las puertas de vidrio, a un hombre negro, de brazos marcados y brillantes y de trenzas ceñidas al cráneo. Fumaba un porro balanceándose despacio en una hamaca. Sin dejarme notar regresé al cuarto.
          Yacían igual, como bultos. Intenté dormir otro tanto mas el hombre negro me causaba bastante curiosidad, además de hacerme sentir doblemente inquilino. Me decidí preguntar por el hombre al primero que pestañeara, así fuera alguien que supiera lo mismo que yo.
         A mi suerte, el primero en despertar fue el novio de la anfitriona. “Abajo hay un hombre negro fumando marihuana”, dije sin permitirle pestañear de nuevo. Mi amigo lanzó una carcajada e hizo despertar a todos. Su novia inmediatamente preguntó qué sucedía. “Ya conoció a tu padre”, le dijo. La novia de mi amigo, de pelo castaño y piel clara, mostró una sonrisa en que no disimuló alegría ni sonrojo. “Qué bien que haya regresado pronto”, repuso levantándose. 

Comentarios

  1. Jajajajaja. Buenísimo. "mas el hombre negro me causaba bastante curiosidad", dijo Mariátegui.

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