Mientras hay
quienes que para sobrevivir hacen de todo, incluso engañar a otros, hay otros que
sobreviven engañando a esos que ya están engañando a otros.
Yo, por hacerle un favor al amigo de mi papá con el que constantemente intercambia favores –es decir, por pagar una deuda de mi papá, por hacerle un favor a mi papá-, estuve formando como eslabón de esa cadena de mentiras que conforman todas estas especies de engañadores. He ingresado de la mano del segundo tipo de engañador, del encargado de engañar a otro engañador. Este par eran dos candidatos al senado.
El asunto era simple: decir que venía en representación y parte de un comité que estaría apoyando hasta el domingo de elecciones, en tales zonas y en otras tantas que me hizo memorizar mi engañador en jefe al otro lado de la pared donde luego vería el diploma de abogado del engañador engañado principal. Y todo eso de memorizar fue lo fácil y mucho más fácil. Lo difícil fue a la salida. Me entregaron dos paquetes de tarjetas de ocho por cinco para seguir con mi no-campaña.
Hoy, a tres días de ajustar tres meses desde que se hicieron las elecciones de cargos públicos en la ciudad y el departamento empiezo a dejar deambular las tarjeticas de publicidad.
Yo, por hacerle un favor al amigo de mi papá con el que constantemente intercambia favores –es decir, por pagar una deuda de mi papá, por hacerle un favor a mi papá-, estuve formando como eslabón de esa cadena de mentiras que conforman todas estas especies de engañadores. He ingresado de la mano del segundo tipo de engañador, del encargado de engañar a otro engañador. Este par eran dos candidatos al senado.
El asunto era simple: decir que venía en representación y parte de un comité que estaría apoyando hasta el domingo de elecciones, en tales zonas y en otras tantas que me hizo memorizar mi engañador en jefe al otro lado de la pared donde luego vería el diploma de abogado del engañador engañado principal. Y todo eso de memorizar fue lo fácil y mucho más fácil. Lo difícil fue a la salida. Me entregaron dos paquetes de tarjetas de ocho por cinco para seguir con mi no-campaña.
Hoy, a tres días de ajustar tres meses desde que se hicieron las elecciones de cargos públicos en la ciudad y el departamento empiezo a dejar deambular las tarjeticas de publicidad.
Este no tiene 300 palabras ni a bala. ¡A mí no me engañas! Qué bueno que es engañar engañadores, por eso hay que entrevistar a Vila-Matas.
ResponderBorrar¡Un abrazo!
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